Son muchas las veces que me he acordado de la servilleta de papel. Esa servilleta de bar, fina, triste, con ribetes azules y rojos, con unas letras tan duras como merecidas. "Vete a la mierda"
Nunca te pedí perdón por aquello, era un adolescente, y las ganas de hacerme notar me llevaron al equívoco. Solo se lo conté a una persona, y esa persona te lo contó a ti. No le guardo rencor por ello, hizo lo que creyó oportuno. Traicionó nuestra amistad, pero lo hizo porque él también era un adolescente enamorado. Me lo merecí, yo fuí el primero que traicionó nuestra amistad con esa mentira.
Pasados muchos años, todavía recuerdo el momento, lo que pudo ser y no fue, de las ganas que teniamos los dos, o por lo menos que yo percibia.
Perdón por ello y gracias por darme la primera lección en el juego de las amistades, lección en servilleta de papel.......
Música: Ok perdón (Andrés Calamaro, Buenos Aires 22 de agosto de 1961)
Todo había cambiado de repente: el tono, el clima moral. No sabías qué pensar, a quién escuchar. Era como si durante toda tu vida te hubieran llevado de la mano como a un niño pequeño y, de pronto, te encontraras solo y tuvieras que aprender a andar. Ya no quedaba nadie, ni la familia ni las personas cuya opinión merecía tu respeto. En aquel tiempo sentías la necesidad de comprometerte con algo absoluto -la vida, la verdad o la belleza- que gobernara tu vida y reemplazara unas leyes del hombre que habían sido descartadas. Sentías la necesidad de entregarte a una meta última con todas tus fuerzas, sin reservas, como no habías hecho nunca en los apacibles viejos tiempos, en la antigua vida que ahora estaba abolida y había desaparecido para siempre.
BORIS PASTERNAK, Doctor Zivago
Música: Shiny Happy People (R.E.M. Georgia, USA, 1980)
Más que el amor, el dinero o la fama, deseo la verdad. Me senté a una mesa donde había manjares exquisitos y vino en abundancia, rodeado de comensales obsequiosos, pero carente de verdad y sinceridad. Me alejé de esa mesa inhóspita sintiendo todavía hambre. La hospitalidad era tan fría como el hielo.
Henry David Thoreau,
"Walden o la vida en los bosques"
Música: Born to run, Bruce Springsteen (Freehold, Nueva Jersey, 23-09-1949)
el viento sopla fuerte esta noche y es un viento frío y pienso en los muchachos desocupados. espero que algunos de ellos hayan podido conseguir una botella de tinto.
es cuando estás en la mala cuando te das cuenta de que todo tiene dueño y de que hay cerraduras en todas las cosas. así funciona la democracia: agarra todo lo que puedas, trata de mantenerlo y agrégale algo si es posible.
así funciona la dictadura también sólo que ellos esclavizan o destruyen a sus desamparados.
nosotros simplemente olvidamos a los nuestros.
en cualquier caso es un viento muy frío.
CHARLES BUKOWSKI (Del libro ‘El infierno es un lugar solitario’)
Música: Downtown Train (Tom Waits, Pomona, California, diciembre 1949)
Cuando salía de la academia me gustaba volver a casa en autobús. Siempre lo hacia a la misma hora y desde que la vi, siempre esperaba que saliera del portal. Si tardaba un poco más, esperaba al siguiente autobús. Merecía la pena.
Era una chica algo mayor que yo, no demasiado, o eso aparentaba. Tenía un pelo moreno largo y brillante, siempre salía sonriendo y le marcaba dos preciosos hoyuelos en su rostro. Vestía de forma atrevida, con colores llamativos, no pasaba desapercibida.
Siempre llevaba una mochila, y yo siempre me hacía las mismas preguntas, ¿dónde trabajará?, ¿irá al gimnasio?, ¿tendrá novio?, ¿cuál será su nombre? ¿se habrá fijado en mí…?
Así durante tres meses, de lunes a viernes.
Era mi último día en la academia, ese día terminamos antes de tiempo. Me fui a mi parada, espere un rato sentado, pero faltaba mucho para nuestra cita diaria. Así que me levanté y me fui hasta el portal. Estaba muy nervioso, no sabía exactamente que es lo que quería hacer.
Después de muchas dudas me decidí. Llamé tímidamente a un piso al azar, esperé durante unos eternos segundos y una voz de chica contestó, lo hizo un par de veces hasta que colgó. Tenía que ser ella, no tenía dudas, había acertado.
Ya tenía voz para mi ángel. Caminé hasta casa pensando que gracias a la voz de mi ángel llegaría a perder la timidez algún día.
Música: Por ti, Ella Baila Sola (Madrid, 1996-2001)
Acababa de estrenar una nueva bici. Ya tenía jardín con columpios, casa de veraneo, un caballo y ahora una bici. Era Juan, y con diez años ya era un gilipollas integral, supongo que lo seguirá siendo, es imposible que haya cambiado, es más, supongo que será más gilipollas todavía. Y lo peor de todo es que le pobre no ha tenido la culpa de ser así, la educación que recibimos nos marca, para bien o para mal, luego uno se hace, pero el ambiente en el que te educas queda, y te marca. No me daba envidia su caballo, ni sus columpios, ni su jardín. Yo corría por las calles y era un niño feliz. Ni siquiera me daba envidia su nueva bici. Pero me moría de envidia viendo como Alejandra le miraba más a él, le sonreía más, y le hacía más caso. Fue la primera vez que el corazón elevó sus pulsaciones al mirar a una chica, sentí por primera vez lo que era el desamor, y sentí que la culpa la tenía una bici. Todavía no tengo bici, nunca quise tenerla, pero mi corazón continúa latiendo con fuerza cuando recuerdo que tuve nueve años…..
Música: Pride (In the name of love), U2 (Irlanda, 1976)
Salí de la habitación, iba a casa a buscar algo de ropa. Marcos estaba bien, todavía morado, me parecía el bebé más bonito del mundo. Adriana estaba radiante, guapa como nunca. Se quedó durmiendo.
Al entrar en el ascensor, ella estaba allí. Sorpresa. Estaba espectacular, tal y como la recordaba. La falda tan corta como de costumbre y el escote a la altura de siempre. Hablamos con la mirada, recordando viejos tiempos. Salimos y caminamos juntos hasta el aparcamiento. Su coche estaba junto al mío. El destino es cruel hasta en eso, coloca las cosas donde tiene que hacerlo….., o no. Las miradas volvieron a hablar, esta vez con más intensidad, subiendo la temperatura. Subí a mi coche y sonreí al destino. Esta vez pude esquivarlo, y estaba contento por ello.
Música: Para toda la vida, Fito & Fitipaldis (Bilbao, 1998)
Cuando te sientes observado te sientes inseguro, la mirada que te observa te hace sentirte inquieto, sientes desasosiego. Cuando te consideras un anónimo, nadie te observa, te sientes libre, fuera de peligro.
La mirada…….., perdida, encontrada, directa, sincera, tú mirada.
Quiero una mirada, una mirada que me hable.
Mírame.
Música: El chico de la mirada asustadiza, Tahúres Zurdos (Navarra, 1987-2004)
Me estalla la cabeza, no puedo dormir, ha sido una mala noche. Me levanto, preparo café y lo tomo mientras leo el periódico en Internet. Un facha Italiano tiene al pueblo divido por una ley en contra de una muerte digna, un tren ha descarrilado en la India y hay cifra record de muertos, y los españoles, a pesar de la crisis, gastarán muchos millones de euros en el día de San Valentín. No puedo leer, no me concentro, cuando leo lo de Italia, mi mente viaja a la Toscana, cuando leo la India, comienzo un viaje en tren por Asia y cuando leo San Valentín…… Dejo el periódico y me voy a seguir soñando mientras disfruto de una buena ducha, me tomo mi tiempo, la disfruto a conciencia. Cuando salgo, Olivia ya se ha levantado y está leyendo las mismas noticias que dejé en la pantalla del ordenador; me sonríe dándome los buenos días, ya sabe que he dormido mal. Se indigna mientras lee lo del facha italiano, mierda de gente, me dice, si, contesto yo, mientras sigo en mi viaje. Me dice que le apetece que salgamos, quiere aprovechar los últimos coletazos de las rebajas para comprar ropa. Entramos en una tienda de moda, está llena de gente, todo tirado por encima de las mesas, parece que pasó un huracán. Olivia le pregunta a una dependienta por unas prendas; a esta se le cae una percha, se la ve muy agobiada; cuando se agacha a por la percha asoma un tanga negro que no puedo evitar mirar. Contesta a Olivia de malos modos, qué desagradable, comenta Olivia, qué culo tiene, pienso yo. Entra en el probador, y mientras se prueba las prendas yo continúo mi viaje, estoy ido, me veo en la montaña, estoy solo, disfrutando de la cima. Me veo en Sudamérica, viajando en moto por los Andes, rememorando el viaje del Che, incluso me veo en una noche de borrachera y lujuria junto a la del tanga negro…. Mientras, la cortina del probador se abre y cierra y Olivia me pide opinión, contesto a todo que bien, y ella me mira con esa cara de no se para qué te pregunto. Sueño con un espíritu libre; Olivia me da unos vaqueros y sonrío al tiempo que cae una lágrima: me voy a buscar una talla 30.
